Cuando el joven abrió la puerta, había una hermosísima joven vestida de blanco allí parada que le dijo:
-Déjame ser tu esposa por favor.*¿Pero qué estas diciendo? Se supone que ninguna esposa estaría interesada en vivir en esta casa tan pobre.-Yo no veo tal pobreza. Por favor, permíteme quedarme.