6.

Plegarias

Día tras día, aumentaban la cantidad de muertos. Cada día, se veía donde cremaban los cuerpos. Unos, enterrados por su propia familia, y otros sin ser reconocidos por nadie; y gente que despide al último de sus compañeros. Al crepúsculo de un caluroso día, los rostros de estas pequeñas que serán cremadas, yacen hermosas por el maquillaje y los kimonos con que las vistieron.