A través de la luz que entraba por el agujero,
el ratoncito pudo ver la cara de aquellos dos.
El ratoncito se asombró
al verlos con semejante expresón de miedo.
No se parecían a esos dos
que siempre actuaban con tanta seguridad.
_Yo saldré de este agujero
y pediré auxilio.
_Por favor.
_Te lo pedimos.