_¡Qué suerte!
se salvaron.
_Si,
gracias a tí Ratoncito.
_Yo pensé después de todo, Ratoncito:
tú eres bajo,
pero como estás más cerca del suelo,
sabes mucho sobre el suelo.
_Y claro,
como eres pequeño
puedes ser sensible al peligro
y también conseguiste pasar por el agujero.
_Por eso
tú no eres inservible.
Eres Fantástico ratoncito!